La película está ambientada en Hong Kong entre las décadas de los 70¨ a 80¨, lo congestionado del espacio inmobiliario tanto en los departamentos como en el trabajo, comunican una sensación de colectividad impuesta y ausencia de espacio personal. Es tan fuerte este sentimiento que incluso cuando los protagonistas se encuentran a solas se percibe la tensión que estos sienten, al percatarse de que unos oídos o unos ojos conocidos pueden llegar a escucharlos o verlos intencionalmente. 

Los colores usados en la ambientación inducen a una sensación de letargo expectación y también profunda melancolía, pues son colores opacos y verdosos amarillentos en su mayoría. Esto también hace resaltar de manera los tonos rojos que usan en el vestuario de la protagonista y en el segundo apartamento que el protagonista consigue más adelante en la historia, estos cambios de colores hacen que el espectador recurra a una nueva sensación de complicidad además del sentimiento de sensualidad ligeramente romántica llegando a ser incluso tensa en el culmen de las escenas en las que los protagonistas interactúan.  

Con respecto a los personajes se puede destacar que en china los valores culturales son diferentes a los de occidente, pues en nivel de interacción entre seres humanos y el valor de las relaciones con personas ajenas a una relación de consanguineidad, son llevadas casi a una relación familiar, es decir al observar como las personas interactúan tan abiertamente desde el inicio da la sensación de que son personas cercanas incluso amigos o familia, cosa que en occidente rara vez se observa. Es más en algunos momentos de la película resulta molesto el grado confianza que se atribuyen los caseros y otros vecinos al preguntarle en que lugares estaban y con quien estuvieron los protagonistas, y estos sin más remedio respondían los lugares en donde estuvieron y por que llegaron tarde. 

La música de la película se constituye en un aporte que guía al espectador, casi como indicando que una acción está a punto de ocurrir, esto se nota mucho cuando ambos protagonistas estaban a punto de encontrase, la música de fondo era suave y estilizada, casi como el anhelo que ambos tenían por llegar al instante de coincidencia en el cual se podían ver a los ojos y saludarse, convivir, o cenar juntos. El sonido de fondo que se puede escuchar en el resto de escenarios también transporta al espectador a la realidad de una ciudad ajetreada y sobrepoblada.

Las locaciones o escenarios en los que filmaron también dan un aporte de sensaciones importante, dado el reducido espacio de los lugares todo se interpreta más íntimo, casi como si al espectador le estuviesen contando un secreto mientras la historia avanza. Se asemeja a la sensación de escuchar detrás de una pared una conversación entre dos personas conocidas.

Los colores opacos que se usaron en la mayoría de las escenas de la película se pueden interpretar como la realidad cotidiana carente de emociones y áspera, en tanto, los colores más vividos de las escenas en las que los protagonistas se encuentran o están a solas, nos dan la pauta para interpretar que en esas ocasiones el universo se reduce únicamente a ese instante volviendo rico y deseable a nivel emocional, provocando que el espectador desee ver más escenas en las que ambos protagonistas continúan el idilio.

La interacción entre los personajes secundarios y los protagonistas, abarcan la suficiente complejidad para ser interpretados como la sociedad juzgando continuamente las acciones de dos personas con pensamientos similares. Incluso el abandono por parte de los conyugues de los protagonistas y su infidelidad paralela, dan la justificación perfecta para los protagonistas inicien su relación como resultado del análisis de la realidad que afrontan. Es decir, ya que sus conyugues son infieles, ellos también tienen derecho a ser infieles, sin embargo, quieren dejar en claro que son superiores no llevando la relación a niveles más íntimos que cenar juntos o conversar. Lo que se interpreta como una madures emocional más elevada.

La música se convierte en la cómplice de las escenas y la historia al momento de desarrollarse. Ya que tal o cual melodía nos indican que algo está a punto de suceder, en ese aspecto la banda sonora de la película siempre da el indicio que los protagonistas van a encontrarse, van a mirarse y también no van a ir mas allá que un saludo.  

La comida también se vuelve un indicador que sustituye al acto físico de las relaciones sexuales, se convierte en una insinuación que denota intimidad entre los protagonistas. Esto dirige a la película más en el ámbito emocional que en el ámbito corporal dotándole de riqueza significativa además de invitar al espectador a realizar libres interpretaciones y usar la imaginación. 

El clima también juega un papel importante que acentúa el lenguaje corporal de los protagonistas, además de enfatizar la situación de los protagonistas al tener que ocultar su relación ante la mirada de la gente.

La terceridad la podemos encontrar en los elementos antes ya señalados. Si empezamos con el análisis, podemos ver que la música es un signo que indica la proximidad de los protagonistas y su interacción en la puesta en escena. En cuanto a los colores, los colores opacos resaltan el significado desabrido y áspero de la realidad a la que están sujetos los actores de la película. 

Además del momento de la comida en la que están los protagonistas se convierte en un signo de intimidad e interacción de complicidad, como una insinuación del acto de engañar, pero sin llegar a ser físico. Se convierte en signo de un anhelo constante por parte de ambos, y de una barrera que ninguno de los protagonistas se atreve a romper.

La falta de privacidad y la intromisión de los vecinos en los asuntos de los protagonistas se juntan para significar la falta de privacidad,  y el peso de la sociedad china sobre dos personas que simplemente desean estar juntos.

En resumen toda la película transmite el deseo reprimido de dos personas que desean estar juntas, pero que por miedo a la reacción de la sociedad a la que pertenecen, no se atreven a escapar juntos, y se quedan estancados en una relación condenada a fracasar desde el inicio. va