Todo el tiempo que uno crea algo; todo se basa en una vasta lista de elementos básicos y es considerado la sustancia visual de la obra.

Las técnicas de la comunicación visual manejan los elementos visuales con un énfasis versátil, como respuesta directa al carácter de lo que se diseña y de la finalidad del mensaje. 

La técnica visual más dinámica es el contraste, que se contrapone a la técnica opuesta, la armonía. 

Cuando vemos, hacemos muchas cosas a la vez. Vemos periféricamente un campo enorme, vemos mediante un movimiento de arriba a abajo y de izquierda  a derecha. Imponemos a lo que aislamos en nuestro campo de visión, no solamente ejes implícitos para ajustar el equilibrio, sino también un mapa estructural para representar y medir la acción de esas fuerzas compositivas que son tan vitales para el contenido y, por tanto, para el input y el output del mensaje. Todo esto ocurre al tiempo que descodificamos muchas clases de símbolos.

Es decir, el ojo del espectador inconscientemente viaja por la obra dibujando un recorrido la cual el artista se encarga de generarlo a su manera.

Incluso para este principio de apreciación es necesario conocer elementos fundamentales sobre composición.