LAS MÁQUINAS COMO MEDIO, LAS PERSONAS COMO FIN

Las cuatro preguntas de Kant (qué puedo hacer, qué debo hacer, qué me cabe esperar y qué es el ser humano) y su imperativo categórico son todavía hoy una buena guía para recordar la autonomía y responsabilidad del ser humano en sus acciones. Cuando hablamos del potencial de tecnologías como la Inteligencia Artificial, no podemos olvidar que las máquinas son las herramientas, sólo un medio, cuyo uso tendremos que definir los humanos, a través de la razón y la ética.
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¿UN NUEVO RENACIMIENTO?

La invención de la imprenta marcó el inicio del Renacimiento, y dio lugar al mundo global que conocemos hoy: paradójicamente cada día más pequeño porque cada día está más conectado. 

En nuestros días, vuelven quienes promulgan un humanismo renacentista entendido como la suma de acción y pensamiento, y que nace de una preocupación genuina por el funcionamiento del mundo y el papel del ser humano. 

Aunando técnica y sabiduría, belleza y utilidad, ciencias y arte, podemos mejorar aquel Renacimiento mirándonos en su espejo: con innovación, diversidad, humanismo y conciencia del papel del ser humano, responsable y ligado a toda la vida del Planeta. 
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CUANDO HABLAMOS DE PROGRESO
La concepción del tiempo lineal, que avanza acumulando progreso es una herencia de la tradición judeocristiana y se encuentra radicalizada en nuestra idea de innovación. Sin embargo, en las tradiciones orientales y en la naturaleza: el tiempo, la historia, las estaciones son cíclicas. 
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COOPERACIÓN Y FÁBULAS PARA UN NUEVO CONTRATO SOCIAL

El contrato social por el que se rige nuestra sociedad se construye gracias a la capacidad del ser humano para cooperar y crear ficciones compartidas. 

Para Hobbes y Locke, que idearon este concepto occidental, el origen está en la razón del ser humano. Mientras el primero cree que para salir del caos y la anarquía es necesario ceder libertades, el segundo pone énfasis en los derechos naturales y deberes de los individuos. 

Hoy, necesitamos un nuevo contrato social que tenga en cuenta que vivimos en una realidad global y híbrida, que exige sumar y combinar el conocimiento de todos para sobrevivir.